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Se hace de día y ya no sé qué cantarte.
En mi cabeza el humo que me revienta pesa
y quiero parar de escribir o pensar cosas nuevas.
Te veo bajar de un tren emborrachada,
caminar triste hasta la madrugada,
y siento que estás despertando en mi habitación.
Veo en la cama tu forma recortada,
la soledad tiene un gusto a vos
que no se puede explicar sin palabras que ya no retengo.
Siento que igual el destino está marcado,
te encontraré y me quedaré a tu lado
si nadie te viene a buscar a mi habitación.
Ya el sol se filtra por entre la persiana.
Hoy tu recuerdo nubló la madrugada
y yo quiero terminar de hacer esta canción para hablarte,
y que me digas que estás ocupada,
que no me atiendas,
yo quiero invitarte a pasear por el barrio y, si quieres, mi habitación.
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Hallábame yo descansando en el prado, tirado panza arriba y descalzo, y con
uno de esos yuyitos que la gente se pone en sus bocas sólo para dar
impr...
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